“Ancianos, seremos buenos hijos e hijas que retribuyan sus favores.”

Hawseong-si, provincia de Gyeonggi, lleva el espíritu de devoción del rey Jeong-jo hacia su padre quien es llamado el príncipe heredero Sado. Y entre los condados de la ciudad de Hwanseong, Bongdam-eup, es reconocida como una aldea de piedad filial. Allí está Hyoja-mun (una especie de puerta) que conmemora a Hyoja (un hijo dedicado) que conmovió el cielo y encontró una carpa y pepinos en medio del invierno cuando fue en busca de ellos para sus padres enfermos; y también está Hyoja-gak (una especie de torre) que conmemora a un hijo fiel que mató a un tigre que se había comido a su padre.

El 21 de enero, unos días antes del Día de Año Nuevo Lunar, la Fundación Internacional WeLoveU celebró una fiesta de consuelo para los ancianos que viven solos en Bongdam-eup, Hwaseong-si, provincia de Gyeonggi. Este evento se llevó a cabo para seguir la voluntad de la Presidenta Zahng Gil-jah, quien dijo: “Aunque se hace más difícil vivir porque la economía empeora, necesitamos compartir más con nuestro prójimo desafortunado, aun dividiendo en cuatro partes una judía”. La razón por la que la fundación llevó a cabo este evento en el pueblo de la piedad filial fue iluminar el espíritu de devoción hacia los padres, el cual ahora está desapareciendo, y cuidar de los ancianos que viven en situaciones difíciles y se sienten más solos en los feriados como el Año Nuevo Lunar. Durante la fiesta de consuelo, celebrada como parte del “14.º Evento para Compartir Amor Saludando el Feriado Nacional”, la Presidenta Zahng Gil-jah, el director Lee Gang-min, otros miembros de la junta y los miembros de la fundación sirvieron a los ancianos, ofreciéndose como voluntarios para convertirse en sus hijos e hijas por un día. Ellos sirvieron a los ancianos dándoles comida festiva, masajeándolos y conversando con ellos.

Después de preparar comidas festivas, tales como yukgaejang (guiso de carne coreano), bulgogi (carne a la barbacoa), japchae (fideos celofán fritos con diversas verduras), shikhye (bebida dulce de arroz tradicional de Corea), etc., y organizar todo alrededor del mediodía, la Presidenta Zahng Gil-jah se inclinó cortésmente ante los ancianos. Ella les expresó su agradecimiento y respeto y les deseó buena salud, diciendo: “Al verlos, siento como si hubiera venido a mi tierra natal. Creo que todos ustedes fueron buenos hijos e hijas con sus padres, en honor al nombre de este pueblo: ‘el condado de la piedad filial’. Además creo que criaron a sus hijos con mucha dedicación. Viviendo en esos tiempos difíciles, probablemente no pudieron comer lo que querían, sino que dieron todo a sus hijos”. Jeon Jae-yeong, concejal de la ciudad de Hwaseong, y Kim Jin-wung, jefe del condado de Bongdam, agradecieron a la fundación y consolaron a los ancianos, manifestando: “Nuestro gobierno municipal debió haber organizado un buen evento como este pero no pudimos, así que agradecemos a la Presidenta Zahng por hacer el trabajo en lugar de nosotros”.

A esta fiesta asistieron más de 130 ancianos que viven solos en el condado. La mayoría de ellos tenía entre 70 y 80 años, pero respondieron con sonrisas inocentes como adolescentes ante la dedicación de la Presidenta y de los miembros. Ellos hicieron alegremente el lema “We Love You”, y disfrutaron de los platos, manifestando: “Cada plato es muy delicioso y sabe bien”. Al ver a los ancianos comiendo con placer, los miembros también se sintieron muy felices. Cuando el maestro de ceremonias pidió a los ancianos que sonrieran mucho y vivieran felices, la señora Go Mal-rye (83 años), dijo: “La gente que vive sola no tienen motivos para reír”. Sin embargo, rápidamente tomó las manos de los miembros con una sonrisa y expresó: “Hoy es una fiesta para mí. Muchas gracias. Han hecho un gran esfuerzo”.

Algunos ancianos vivían solos por alguna razón a pesar de que tenían hijos, y muchos otros ancianos dijeron que estaban felices como si estuvieran viendo a sus propios hijos. Sus palabras conmovieron profundamente el corazón de los miembros. Ellos compartieron con los ancianos el amor de una familia como si hubieran servido a sus padres en su tierra natal.

Después de terminar la fiesta, la Presidenta Zahng Gil-jah entregó a cada uno de los ancianos un estuche con sopa de pastel de arroz y dumplings y un estuche de regalo con atún, deseándoles una vida saludable y feliz. Ryu Jeong-im (93 años), quien era la mayor del asilo, se emocionó mucho y expresó: “No podría estar más feliz”. Los miembros los ayudaron a regresar a sus hogares, cargando sus estuches de regalos.

“¡Feliz Año Nuevo! ¡Dios los bendiga mucho!”
“Dios los bendiga mucho más, porque ustedes hacen cosas buenas.”

Al ver a los ancianos deleitándose con cosas pequeñas, los miembros dijeron: “Hemos recibido muchas cosas de ellos, más de las que nosotros les hemos dado”. Cuando compartimos, nos llenamos de abundancia; esto es el amor, y el espíritu de una fiesta.