“Entregamos la luz de esperanza y amor”

El 4 de mayo, con los cálidos rayos del sol de primavera, se llevó a cabo un significativo y agradable evento en el Salón de Bodas de Dongjin del Condado de Yeoju, provincia de Gyeonggi. Auspiciado por la sucursal del Condado de Yeoju de la Unión Coreana de Invidentes y respaldado por la Fundación de Bienestar Nueva Vida, el “4.º Festival para Compartir Amor con los Invidentes del Condado de Yeoju”, contó con la participación de unos cuatrocientos invidentes y sus guías de 31 regiones de la provincia de Gyeonggi.

Incluso antes de que comenzara el festival, cerca de 70 voluntarios de la Fundación de Bienestar Nueva Vida, que estaban a cargo de todo el desarrollo del festival, realizaban diversas actividades voluntarias en todas partes. Los voluntarios dieron la bienvenida a los invidentes que fueron llegando uno a uno, y los acompañaban cuidadosamente al lugar del evento. Sentados junto a ellos, ofrecían información sobre los alrededores y los ayudaban a sentirse cómodos, acompañándolos al baño, etc.

Kim Jin-shin, director de la sucursal de Yeoju de la Unión Coreana de Invidentes, patrocinó el festival, mencionando el propósito del mismo: “En realidad, los invidentes suelen quedarse en casa porque no pueden ir a ningún lugar sin la ayuda de alguien. Deseo que disfruten este festival y puedan participar en la sociedad de manera más activa”.

A la ceremonia de inauguración presidida por Hwang Myeong-nam, miembro de la fundación, asistieron muchos invitados: Lee Gang-min, Director Principal de la Fundación de Bienestar Nueva Vida; Lee Gyu-taek, congresista del Gran Partido Nacional; Choi Jei-geun, presidente de la sucursal de la provincia de Gyeonggi de la Unión Coreana de Invidentes; Yun Seung-jin, jefe del Consejo del Condado de Yeoju; Jeong Pil-yeong, director de la Asistencia Social del Condado de Yeoju, etc. El presidente de la sucursal de la provincia de Gyeonggi, Choi Jae-geun, entregó una placa de agradecimiento a la Fundación de Bienestar Nueva Vida por su dedicación para el mejoramiento del bienestar de los invidentes.

El presidente de la sucursal de la provincia de Gyeonggi, Choi Jae-geun, enfatizó la necesidad de un centro para ayudar al desplazamiento de los invidentes. Asimismo agradeció a los voluntarios de la fundación: “Agradezco la preocupación y el apoyo de la Fundación de Bienestar Nueva Vida en este festival, cuyo propósito es mejorar la percepción social hacia los invidentes y promover su bienestar”.

Después de la ceremonia de inauguración, los voluntarios estuvieron ocupados sirviendo comidas que prepararon con toda sinceridad, como frutas, diversos tipos de pasteles de arroz, buchimgae (panqueques coreanos con verduras y mariscos) y comidas calientes. Los invidentes que no fueron acompañados con sus guías, recibieron la ayuda de los voluntarios y disfrutaron del almuerzo. Una invidente, Yu Sun-gab (69 años, discapacidad visual de segundo grado), declaró: “Es mi primera salida del año. Me he sentido muy agobiada, quedándome en casa día y noche todo el año. Me conmueve mucho que estos jóvenes estén haciendo cosas buenas por mí”. Ella tomó la mano de un miembro a su lado y repetía satisfecha “muy bien”.

Después del almuerzo, empezó el festival de canto. Todos los invidentes tuvieron un gran momento, entonando canciones que habían practicado hasta entonces. Durante el festival, los voluntarios estuvieron con ellos, masajéandolos y conversándoles; ese día fueron sus ojos, llevándoles bebidas y pañuelos desechables.

El festival terminó alrededor de las 5 p. m. En el discurso de clausura, el director del Condado de Yeoju de la Unión Coreana de Invidentes, agradeció en repetidas ocasiones a la fundación y a sus voluntarios, deseando que todos los participantes estuvieran siempre tan contentos como ese día.

Los miembros limpiaron el lugar después del festival. Un miembro, Song In-seon (33 años), de la ciudad de Icheon, declaró: “Me preocupaba cómo servirles porque no estaba familiarizado con ellos. Mientras lo pasábamos bien y reíamos juntos, no tuve ninguna dificultad y más bien nos comunicamos más sinceramente de corazón a corazón. Voy a servirlos mejor la próxima vez”.

Los invidentes dicen que lo que más desean hacer es viajar. Esperamos que nuestro prójimo invidente, que está atrapado en lugares cerrados por sus problemas de visión, pueda romper el muro de la discapacidad y vea el mundo con la luz de amor y esperanza.